María del Carmen es una ama de casa de cincuenta años cuya única
preocupación durante los últimos años ha sido el bienestar de su esposo y de
sus hijos, ahora adultos. Cuando en su cumpleaños le regalan un rompecabezas de
1000 piezas, pasa la noche a armarlo y descubre entonces un nuevo talento: puede armar rompecabezas muy rápido.
En la tienda donde va a buscar otro, estuvo intrigada por un anuncio en donde alguien busca a un compañero para una competencia. Conoce así a Roberto con quien pasa dos tardes a la semana a espaldas de su familia para entrenarse para el campeonato de rompecabezas. Ella decide vivir plenamente su nueva adicción, sin importar el desacuerdo de su familia, determinada a vivir plenamente por su cuenta.
El título de la película es un juego de palabra ilustrando el camino de reflexión en su cabeza hacia un futuro que ella sola eligierá.
Es una historia sencilla, con
escenas cómicas y llenas de ironía, pero muy fuerte por su crítica del tema de
las costumbres familiares y de la posición de la mujer en la sociedad argentina,
y no solamente. Es una promoción de la mujer que tiene otra
perspectiva que únicamente la de ser un ama de casa.
Hay distintos acercamientos de cámara que crean una intimidad además de la excelente actuación de todos los actores, esto le permite al espectador comprender mejor la reflexión y los sentimientos dichos personajes. El ojo del lente acompaña al relato, se detienen en el movimientos de las manos, en el gesto de la sonrisa y de la tristeza de María del Carmen. También dos tipos músicas de violines y de guitarras muy expresivas subrayan las escenas de evasión o de la rutina con piezas de estilo adaptado.
Hay distintos acercamientos de cámara que crean una intimidad además de la excelente actuación de todos los actores, esto le permite al espectador comprender mejor la reflexión y los sentimientos dichos personajes. El ojo del lente acompaña al relato, se detienen en el movimientos de las manos, en el gesto de la sonrisa y de la tristeza de María del Carmen. También dos tipos músicas de violines y de guitarras muy expresivas subrayan las escenas de evasión o de la rutina con piezas de estilo adaptado.
Una película para no perdérsela, donde uno no se aburre y nunca la olvidará.
Juan Bernard
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