El tema fue realizar un relato o un
cuento utilizando varias expresiones y palabras que vimos en la película Elsa
& Fred y por supuesto otras para reforzar el texto...
Aquí están algunos de éstos:
En el Museo de Artes de Feria en Paris
Durante las vacaciones fuimos a Paris, en
el Museo de Artes de Feria con tiovivos antiguos, con bicicletas de 1880… Éramos
como niños sobre los caballitos.
Ahora bien, un perro llegó en el tiovivo.
A él le gustaban mis zapatos. A mí el perro no me gustaba. Cuando estuvo a mi
lado le “di una patada”…
Después hubo un espectáculo con músicos,
con bailarín de tap y una rubia “despampanante”. Ella estaba “asombrada”.
Durante la música, bailaba como si “se enrollaba” con un músico, después como
si “tenía un desliz” con otro y para acabar como si "echaba un canita al aire"...
Todo fue en el ritmo
Brigitte
Una golondrina no hace el verano
Una única golondrina
está seguro que no, pero se sabe que con
la primavera llegan las golondrinas que vuelven de África, lo que significa que
para ellas va a empezar el periodo de los amores. Los seres humanos no esperan
la primavera para galantear para ligar, y con el buen tiempo, la
explosión de la luz de los colores de los
olores, todos los sentidos se despiertan,
y aunque a veces de la mano a la boca se pierde la
sopa se sabe que no sólo de pan vive el hombre, es el
momento en el cual hombre y mujer se enrollan y empezamos a oír el
corazón tiene razones que la razón no entiende, igualmente oímos a cada oveja con su pareja o Dios
los cría y ellos se juntan, dime con quién andas y te diré quién eres,
por fin todo y su contrario…También es la
época del año donde todas las partes del cuerpo hablan sobre todo el corazón,
los ojos, la boca… etcétera. Se dice también que el hombre es fuego, la mujer
estopa, llega el diablo y que hizo sopla por supuesto, a veces la
pareja echa una canita al aire, ocurre que el que juego con fuego se quema pero no
dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, no hay que esperar el otoño
porque no hay rosa sin espinas, ni escoger el
segundo día de la semana, sobre todo si es el 13, porque se sabe que el
martes 13, ni te cases, ni te embarques así un hombre prevenido vale por dos.
El tiempo pasando, aparecen las nubes, se
acaban de reírse a carcajadas, además el hecho de hacer algunas travesuras o se
hacerlo pescar in fraganti con amante pueda que la pajera le
mande al diablo…
En
cualquier caso el que no se arriesga no pasa el mar y si no se pase bien a
pesar de todo, se sabe que cuando una puerta se cierra, ciento se abren…
Acabo aquí mi historia un poco “traída por los pelos”...
Santiago
Annie
Continuará... y "nunca es tarde cuando la dicha es buena"
Elsa & Fred
Fred, un hombre miedoso, un cojón,
afronta los achaques de la edad con sus pastillas. Casi de sopetón, Elsa liga con él, proponiéndole
hacer un desliz. En adelante vemos sus vidas transformándose: se ríen a
carcajadas, hacen manitas, se permiten travesuras como adolescentes, bailan, lo
que ofrece a Elsa la ocasión de dar una patada al perro Bonaparte su
rival.
¿Quiere Elsa echar una mano a Fred
para que vuelva al gusto de existir, o más bien quiere vivir una última vez el
gran amor? En todo caso, los hijos, de cada parte, sobre todo Cuca, quien es
temperamental, no ven lo que ocurre con placer; esta relación les sienta fatal.
En la pareja es ella quien tiene la sartén
por el mango; Fred se enamora locamente; no solamente está a un pie de hacer un
disparate, sino lo hace: quiebra su hucha para pagar un viaje a la Fuente de
Trevi a Elsa quien se cree todavía una rubia despampanante; por lo tanto, Fred
priva a Cuca y a su marido del capital que les había prometido para abrir un
cibercafé. Ellos se quedan pelagatos...
Incluso cuando Fred pesca a Elsa en
fraganti de mentira, no se lo reprocha: la última imagen que vemos es la
sonrisa de Fred inclinado sobre su tumba y diciéndole con amor: ¡Embustera!
André
La finca de café
Es
una historia de amores molestos pero que termina bien gracias a la estratagema
de los protagonistas.
Érase
una vez en una finca de café una joven indígena que se llamaba María. Era la
hija única de una familia pobre de campesinos y amaba en secreto Pepe, su novio
de niñez que soñaba de partir hacia los Estados Unidos.
Ignacio,
el capataz de la finca amaba desde siempre Alicia, la hija del poderoso y rico
Alcalde del pueblo implantado en la falda del volcán Pacaya.
Pero
los padres de María e Ignacio habían tramando un matrimonio arreglado para sus
hijos.
Confrontados
a un dilema cruel en contra de sus sentimientos, María e Ignacio concibieron
una estratagema invencible.
María
quedaba embarazada de Pepe mientras Ignacio embarazaba a Alicia.
Para
evitar toda vergüenza en sus familias, el Alcalde, los padres de María y los de
Ignacio y Pepe se conformaron con matrimonios diferentes del arreglado al
principio.
La
moraleja de la fábula: siempre el amor acaba por triunfar.
La
ventaja de este relato: nos evita los detalles dolorosos a propósito de
serpientes venenosas o de tráfico de niños.
Jean-Jacques
Pellegrin
Elsa y Fred
Elsa y Fred
estaban sentados en el sofá y bebían un licor a tragos golosos.
_ ¿Cuéntame
tu vida en Argentina cuando eras joven?
Elsa no dijo
nada durante un largo momento.
_ ¿He metido
la pata? preguntó Fred
_ No, no, es
que es difícil para mí hablar de mi país
_ Pues cuéntame
los hombres que estuvieron enamorados de ti ¿Tuviste numerosos deslices?
_Recuerdo de
un italiano que vino a Buenos Aires al fin de la guerra en Europa. Era
pelagato,
pero era guapo, y hablaba solamente italiano. A pesar de eso, conseguimos
comprendernos.
_ ¿Te
propusó enrollarse?
_ ¡Si, por
supuesto! Quería llevarme con él a Italia, y hacerme visitar Roma,
particularmente la fuente de Trevi.
_ Vaya y ¿No
aceptaste?
_ Un día tuve
la oportunidad a pescarlo in fraganti: hacía la misma proposición a otra chica,
cuando no me había visto. ¡Qué se vaya al diablo!
_ ¿Así no
conoces Roma, ni la fuente de Trevi?
_ No, pero
es nunca demasiado tarde. Quizás encontraré una buena persona que me echará una
mano, y me llevará a Roma ¿Porque no?
Christiane
Elsa y Fred
Cuando
supo que su padre estaba enamorado de su vecina, una mujer de edad, Cuca se rió
a carcajadas. ¿Cómo era capaz de dejar su vida bien ordenada, cambiar sus
costumbres, y enrollarse con aquella mujer tan lunática, que sin duda no era
una rubia despampanante? ¿Además cómo
pudo ligar con alguien sólo algunos meses después que su mujer se murió? O
quizás fue ella que ligó con él… Puede ser que ella esta pelagata o que pensó
que fuera útil tener alguien para echarle una mano de vez en cuando.
Luego Cuca
se echó a reflexionar y pensó: « Es verdad que desde que mi madre se
murió, mi padre estaba muy triste. Su vida parecía un calvario. En cambio,
desde unas semanas, parece casi feliz. Hasta creo que los dos están preparando
un viaje. Unos días atrás, los pesqué in fragranti. Estaban buscando
información sobre Roma por Internet. Pregunté si estaban preparando su viaje de
bodas. Me di cuenta de haber metido la pata porque mi padre pareció
molestado ».
Desde
aquel día, Cuca dejó de bromear a propósito de la relación entre su padre y
Elsa, que no era un desliz, sino una verdadera historia de amor.
Después Elsa & Fred
Después la muerte de Elsa, Fred tenía
el corazón encogido y la moral baja:
Estaba a fuera el tiempo donde se reía a
carcajadas con Elsa; no valía más la pena vestirse de tiros largos entonces empezó a beber como una cuba, a perder el norte y a vivir como pelagato.
Estaba hasta el moño
de
la vida y no deseaba nada más que estirar
la pata. El año siguiente, un día que llovía
a cántaros se fue al otro barrio.
¡Esperemos que esté en la gloria con
Elsa y que se quieran como tortolitos
para siempre!
Veinte años después, el nieto de Fred tuvo
un flechazo con una rubia despampanante
con quien estaba siempre en la misma
onda. La invitó al restaurante de lujo donde su abuelo y Elsa se habían despedido a la francesa sin pagar, esperando repetir la
misma maquinación. Se divirtieron como
enanos, se pusieron ciegos pero "cada
loco con su tema" y tuvieron
canguelo de meterse en un berenjenal, así tiraron la toalla y decidieron pedir
la cuenta Cuando vio la suma a pagar, se puso
a uno los pelos de punta entonces, afortunadamente, el chico era clavado a su abuelo y el propietario
del restaurante había al final encontrado una solución para recuperar su dinero…
Agnès
Agnès
Fred y
Elsa
Desde el
principio de la película, Elsa nos aparece como una mujer simpática pero
también muy especial. Se conduce un poco como una niña: cuando choca el coche
de su vecina, mientras que el niño la
pesca in fraganti, ella trata de obtener su silencio.
Y cuando
va al restaurante con Fred se va sin pagar como si fueran pelagatos.
Elsa
querría enrollarse con Fred pero a
él, por momento, le gustaría que se fuera al diablo. No quiere tener un desliz a causa de ella; es un
hombre tranquilo, con una vida bien ordenada.
Jacquie
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