- ¿Hola Clara? Me alegra oírte…
pero no puedo hablar contigo: tengo una
videoconferencia con mi profesor de violín que va a empezar ahora...
- ¡Lo difícil que es llamarte!
-
Porque desconecto el teléfono cuando estoy ocupada… De hecho, ahora mismo, me
iba a desconectar…
- ¡Entonces,
te llamo después del violín!
- ¡No,
no, no! No puedo hablar después del violín porque tengo otra videoconferencia a
las 2:00 con el curso de español…
- ¿Y
después?
-Espera,
déjame ver el calendario… Ah, iba a olvidar: a las 4:00 hay la retransmisión de
«Carmen» por la ópera de París en France 3, no quiero perderlo, es una
oportunidad única, deberías verlo también,
¡va a ser estupendo!
- ¿Quizás
a las 6:00?
- Ah
perdón, pero no, le prometí a mi nieto que le ayudaría a hacer sus ejercicios
de matemáticas por Skype, él no entiende nada de los deberes enviados por su
profesora… Y mi hija está muy ocupada con el teletrabajo, tengo que ayudarlo.
- Será que a las 7:00 puede ser?
- No,
no puedo, juego al ajedrez con mi nieta.
- ¿Incluso
hoy?
-
Sí, todos los días, con la computadora, la chica aprende rápido, jugamos una
partida todas las tardes, a las 7:00.
-Y…
¿después?
-A
las 7:30, tengo un aperitivo con la familia en Zoom, es un gran ritual, no
puedo no estar allí, de lo contrario, pensaran que estoy enferma… Me gustaría
proponerte que nos llamemos después, pero a las 8:00, vamos a aplaudir en el balcón,
los agradecimientos, tú sabes… y luego prepararé la cena…
-Sim,
pero después de la cena, será demasiado tarde para mí!
- ¡Ah, Qué lástima! Escucha, lo siento, pero
con este confinamiento, ¡estamos tan ocupadas! Hablaremos después del 11 de
mayo, ¡será más tranquilo! ¡Besos y buena salud!
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