viernes, 5 de marzo de 2021

Siempre valiente, el Club de cine presentó “Belle époque”

Fernando Trueba es un hombre prolífico: es director para el cine, productor, guionista, también escribe críticas.

En 1992 en Portugal rodeó Belle Epoque.

El título de esta película nos recuerda “la belle époque” francesa, un período favorable entre las dos guerras de 1870 a 1914. ¿Es aquí una situación idéntica? La España de 1930 es rural, todavía tiene un rey, el clérigo es muy potente; hay un gobierno militar casi una dictadura. En Jaca, unos militares republicanos tratan sublevarse contra el gobierno, pero fracasan. Es cuando se sitúa la película.

Aquí el tema no es la economía sino la sociedad. Es la historia de una familia en ARCOS, un pueblecito de Aragón, en una época en la cual parece que las mujeres tenían mucha libertad (a lo mejor el guionista transpuso los modales de 1992 en los años 1930)

La acción se sitúa en 1930 poco después de la sublevación de Jaca.

Fernando, un joven soldado ha desertado y huye por el campo con unos libros, la Biblia y su trompeta dentro de su maleta. No conocemos nada de su vida tampoco de su familia, sólo sabremos que fue seminarista y que ahora es agnóstico.

Escapando de unos alguaciles llega hasta el burdel del pueblo.

Allí conoce a Don Luis, el cura y a Don Manolo que lo lleva a su casa. Don Manolo es republicano; es un artista, pintor. Dice que es “rebelde, infiel, libertino por naturaleza” y que “vive como un circunspecto burgués”; nunca ha podido conculcar su matrimonio.

Tiene cuatro hijas guapísimas; les conoce Fernando en la estación: ellas llegan para el carnaval del pueblo; él quería ir a Madrid, pero al verlas decide quedarse.

Las cuatro son solteras y buscan marido. Hay Clara, la mayor que es viuda; Violeta, la secunda que se comporta como un hombre, tal como su madre la educó porque esperaba a un varón. La tercera es Rocío: tiene un novio, Juanito, “el tuerto del pueblo” riquísimo, que viene a rondar con su madre para pedirle la mano. La cuarta es Luz; se cree un cero a la izquierda.

Fernando se apoda en la mansión, viviendo con la familia y haciendo de cocinero; ingenuo, trata de seducirles.

Durante el baile del carnaval, Violeta disfrazada de teniente del ejército casi lo viola a él, vestido de criada. En seguida Fernando se enamora y se quiere casar. Confuso al aprender que Violeta es “un hombre” piensa irse del pueblo, pero Manolo lo va a recuperar. Seguido va a seducir a Rocío y a Clara que actúan muy liberadas mientras el padre no dice nada. Es sólo cuando Luz se pone negra que él la ve y decide casarse con ella.

Así que vamos a tener una boda, no la que se estaba preparando, sino la de Fernando y Luz, que tiene lugar en la capilla. Una boda “laica” (así dice Manolo “Como España es ya una república, vos podéis daros por casados”) ya que se ha muerto el cura: se ha ahorcado a una viga de la capilla con “el sentimiento trágico de la vida” en la mano.

No entendemos muy bien porque se suicidó, él que tanto amaba a la vida. Dice Manolo que “quien se quita la vida, se quita el miedo a la muerte”. ¿eso, puede referirse a un hombre de ministerio?

Esa película nos presenta en pocos días un foco de la sociedad rural acomodada en un período especial. Por una parte, la vida tranquila de la burguesía en el campo, por otra la vida de las chicas que llegan de la capital con tacones y sombrero a pasar unos cuantos días de fiesta. Lo que más sorprende es la vida libre de esas chicas. ¡Qué avanzadas parecen! ¡cómo se juegan de los hombres!

Para complacer a Rocío, Juanito se hace de apostato él que decía que el baile era condenado por la Iglesia y hasta se cambia en republicano. Entonces nos fijamos en la alegría con que esperan la república.

La visita de Amelia, la madre que hace de cantante de zarzuela es muy relevante: ella tiene un amante que dilapida su fortuna para que sea feliz y pueda cantar, se burla de él, empuja a sus hijas a que encuentren hombres ricos y se casen, a pesar de que piensa que no son más que egoístas.

Parece muy fuerte ese sentimiento de libertad ya que, en España, a las mujeres les dieron el derecho a votar en 1931- que les quitará Franco, mucho antes que Francia, pero después de unos países de la América latina.

Hay también de notar al final que la pareja se va América “el país de las oportunidades”, mejor para Fernando que es desertor.

Es una película alegre, agradable, humorística, vivaz; la música dedicada le da buen ritmo.

Juanita, el lunes 1er de marzo


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