viernes, 14 de mayo de 2021

Los Pajarillos

Foto de Alex Rademakers
Para la semana que viene hablaremos de Joan Margarit  catalán que nació en  1938 y falleció en febrero del 2021. Poeta, arquitecto catedrático  jubilado de Cálculo y Estructuras de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona.



Como poeta se dio a conocer escribiendo primero en castellano, en 1963. Con la publicación de Crónica en 1980  inicia asimismo su andaduria como poeta en lengua catalana. Ganador del Premio Cervantes en 2019.

En 1970 abre despacho de arquitectura propio junto  a su colega el arquitecto Carles Buxadé y desde el 2004 funda el estudio 2BMFG Arquitetes también con Agata Buxadé, Ramón Ferrando y Carles Gelpi. Durante años formó parte del equipo que dirigió las obras de la Sagrada Familia de Barcelona. Su estudio se ocupó de calcular la estructura para continuar la obra. También los proyectos del Estadio y Anillo Olímpico de Montjuic (1989) realizado junto a Fernando Correa, Alfonso Milá y Vittorio Greegotti; la reforma del Monuemnto a Cristóbal Colón de Barcelona (1982-1984) o la cúpula del Pabellón Fernando Buesa de Vitoria-Gasteiz, la más grande instalada en Europa con más de 80 metros de diámetro.

José Antonio Coderch su profesor de arquitectura le decía "Una casa no debe ser ni independiente, ni hecha en vano, ni original, ni suntuosa". Margarit siempre pensó lo mismo de la poesía.

En el programa Página Dos hablarán de su libro "Para tener casa hay que ganar la guerra". Para el escritor, la cultura es "el mejor consuelo para el ser humano". (Para ver la entrevista avanzar el cursor hasta 6:45-11:28 /  15:23 (Casa Vicens) / 21:08-27:00.

En el programa La Aventura del Saber  nos presenta la antología "Todos los poema" (1975-2015). El escritor nos dice que "Gracias al General Franco su castellano no tiene problemas; es lo único bueno que le dejó aquel hombre y por lo tanto no va a cederlo.

En su  Página oficial podemos escuchar a Joan Margarit recitar sus poemas.

Recita su poema dedicado a su hija Joana:

LOS OJOS DEL RETROVISOR

Los dos, Joana, nos acostumbramos

a que esta lentitud para bajar

del coche con muletas, desafíe

los abstractos insultos de los cláxones.

Tu compañía es mi serenidad:

la sonrisa de un cuerpo tan lejano

de lo que siempre se llamó belleza,

la penosa belleza, tan distante. 

Elegí en su lugar la seducción

de la ternura iluminando el hueco

que la razón dejó en tu cara. 

Cuando me miro en el retrovisor

veo unos ojos que no he visto nunca,

pues brilla en ellos el amor que dejan

tantas miradas, y la luz, la sombra

de lo que he visto y la paz que trae

tu lentitud, que está dentro de mí.

Tan grande es la riqueza

que no parecen míos los ojos del espejo.

 

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