martes, 26 de noviembre de 2019

Segunda ola de propuestas en cuanto al "crimen perfecto"


Danièle propone:

UN HOMBRE MUERTO: ¿CRIMEN PERFECTO?
Nuestro corresponsal nos comunica desde Titán, luna de Saturno

Hace ya dos meses (calendar convencional), el cuerpo de un pobre hombre helado fue descubierto en el vertedero de basura de Ciudadpal, capital de Titán, por unos exiliados latinoamericanos que buscaban un tótem perdido.
Rápidamente en el terreno, las autoridades locales hicieron las primeras conclusiones. Las huellas dactilares del hombre no eran registradas en ningún sistema galáctico conocido. A pesar del frío tremendo, yacía afuera, cerca de un radiador roto y un congelador sin hielo. No se registró señas particulares. Además, sus bolsillos estaban vacíos, sin una sola moneda que hubiera permitido identificar su planeta de origen. El médico forense hizo moldes de cera de cada rastro.
A pesar de los esfuerzos de la policía local, la investigación no avanzaba. Las pruebas de la infamia faltaban y no se conocía todavía la identidad del muerto.
El Gobernador de la colonia decidió ayer pedir la ayuda de las autoridades británicas de Tierra. Londres envió al Teniente Armando Da Silva, estrella de la policía intergaláctica.
El Teniente estaba disfrutando de un merecido descanso en su apartamento de invierno, cerca de una playa del mar Caribe, después de la conclusión de una investigación que le había ganado la adoración pura de algunos. Abandonó rápidamente el calor y tomó el translador rápido para Titán donde se puso de inmediato manos a la obra. Antes que se evaporara el calor de la calefacción de su viaje, visitó el lugar del crimen para formar su propia opinión. Cuando regresó, tiritando de frío, se reunió primero con sus homólogos galácticos por holograma, y por fin, con las autoridades locales, incluido con el recaudador quien, debido a su edad (127 años), conocía toda la población de Titán.
Después de haber gastado todas sus monedas en agua para el té, concluyó que la policía local había seguido todas las pistas, eliminado todos los supuestos, así que lo que quedaba, aunque pareciese improbable, debe de ser la verdad: el crimen ocurrió en una realidad temporal paralela. En consecuencia, se necesitara que todas las huellas recogidas permanezcan dispuestas a quién podría pedirlas, por si acaso, algún día, ambas realidades se encontraran.
La población de Titán sigue esperando el desenlace del asunto, los ojos clavados en les huellas.

Lo que propone Agnès:
Mi abuelo me contó esta historia. Tenía un amigo que fue recaudador en Londres. Sin poner realmente manos a la obra ganaba mucho dinero y coleccionaba antiguas monedas británicas y raros moldes de cera. Después de la muerte de su mujer se convirtió en un alcohólico y gasto sin medida toda su fortuna. Vivía actualmente en su apartamento sin calefacción, muy frio en invierno con hielo en las ventanas y sin una sola moneda al fin del mes. 
El pobre hombre helado tiritando de frio sonaba con calor y radiador. Le gustaba ver una serie de televisión llamada “Crimen perfecto”. Con adoración y los ojos clavados en la pantalla, buscaba las aventuras de unos exiliados latinoamericanos que sembraban el terror en una playa del mar Caribe donde habían plantado un tótem. 
Mataban a las ricas imprudentes mujeres que iban a bañarse en el agua azul para evaporar el calor, ponían los cuerpos de sus víctimas en un congelador después de robarles sus joyas y dinero. Al final, solamente les quedaban a estos criminales que borrar sus huellas,… pruebas de la infamia sobre la arena.

Lo que imaginó Jean-Jacques:

¿Dónde diablos está Fidel?
Ya el invierno estaba aquí, nevaba en Londres. En su pequeño apartamento arruinado un pobre hombre helado y tiritando de frío se apoyaba al radiador. Pero éste estaba frío. Después de la visita del recaudador, Raúl se quedó sin una sola moneda  entonces su calefacción había sido cerrada sin demora.

Raúl era parte de unos exiliados latinoamericanos en la capital del Reino Unido, alias el país del Brexit. Los ojos clavados en un póster paradisiaco, pensaba en Chichiriviche su pueblo lánguido en una playa del mar Caribe, era nostálgico por el sol  amistoso y también por el agua de las lluvias tropicales que hacían evaporar el calor del verano tropical. 
En su lejano país, Raúl, escultor experto, había puesto manos a la obra para edificar el gran tótem sagrado ante él su tribu sentía adoración.
Había escapado de su país y de su pasado por culpa de Fidel su vecino contra quién había obtenido las pruebas de la infamia a raíz de un tráfico de falsas monedas británicas.

A la 6 de la tarde sonó el timbre de la puerta. Se presentaron dos policías de paisana con un orden de registro de Interpol en que Raúl era buscado por la desaparición de Fidel 8 meses antes.
 Los dos detectives Sherlock y Holmes tomaron sus huellas digitales y registraron toda la casa en vano. Luego encontraron un congelador en el sótano. Al interior, ni hielo, ni alimentos, solamente una forma alargada ocultada debajo de una alfombra obsoleta. No era un cuerpo pero un tótem de yeso.
Muy cómodo Raúl les explicó que se trataba de la réplica de una escultura famosa de su país que había fabricado con moldes de cera. Sin embargo los policías sospechosos rompieron el tótem y nada vieron excepto un vacío sepulcral.

Después de su partida Raúl se partió de risa exclamando: ¡Scotland Yard, Scotland Yard, la mejor policía del mundo, qué broma! No están ni cerca de encontrar a Fidel porque escondí  su cadáver como una momia al interior del tótem sagrado de mi pueblo. Realmente estoy bastante orgulloso de mis dos obras maestras: el tótem y el crimen perfectos. Je, je.

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