En la Oficina de los objetos perdidos, un cortacésped me
llamó la atención. Presentí que tenía ganas de contarme su historia.
Es muy raro que un cortacésped se encuentre en la
Oficina de los objetos perdidos, ¿no te parece?
Mi dueño, un hombre mayor que se llama Lorenzo, me usó
regularmente y durante muchos años, se mostraba muy satisfecho del resultado de
mi trabajo. Sin embargo, un día, me convertí caprichoso. En ciertos momentos,
no podía arrancar. Lorenzo no entendía porqué y eso empezaba a irritarlo
fuertemente. Cuando me sacaba del garaje, no sabía si iba a arrancar o no. Cada
vez, era la sorpresa. Podía arrancar en seguida, pero a veces, necesitaba muchos
intentos. Mi dueño tardó mucho antes de comprender que debía tratarse de algún contacto que falle.
Entonces, un día, decidió llevarme a la tienda de
reparaciones que estaba no más lejos de la casa. Después de un trayecto ruidoso
y un poco fastidioso porque íbamos a pié, Lorenzo se dio cuenta que el taller
de reparación estaba cerrado. Su propietario se había jubilado. Entonces,
Lorenzo se puso abatido. Haber hecho todo este trayecto y encontrar puerta
cerrada era demasiado deprimente para él, y me dejó allí frente a la puerta del
taller, abandonado y desconsolado.
Al cabo de varias semanas, le dio lastima al antiguo
propietario del taller que habitaba al piso superior y el comenzó a repararme. ¡Qué
alivio! Luego me llevó aquí a la Oficina
de los objetos perdidos. Estoy seguro que Lorenzo va a volver a buscarme
pronto, ahora que funciono bien…
Rose
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