jueves, 10 de noviembre de 2022

"Mister Taylor", cuento de Augusto Monterroso


Curso del martes 8 de noviembre de 2022

A propósito del autor Augusto Monterroso (Tegucigalpa, Honduras, 1921 - Ciudad de México, 2003)

Escritor guatemalteco, Augusto Monterroso es uno de los grandes maestros del relato corto de la época contemporánea, reconocido a nivel internacional. Aunque nacido en Honduras, Augusto Monterroso era hijo de padre guatemalteco y optó por esta nacionalidad al llegar a su mayoría de edad.

Al estallar en 1944 las revueltas contra el entonces dictador guatemalteco Jorge Ubico, Monterroso desempeñó un activo papel, lo que le llevó a la cárcel al tomar el poder el general Federico Ponce Vaides.​ Sin embargo, en septiembre de ese mismo año, Monterroso logró escapar de prisión y pidió asilo político en la embajada de México. Desde este año vivió en México, donde tomó un cargo diplomático, trabajó en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y como traductor, en el Fondo de Cultura Económica.

En 1953 fue llamado por Pablo Neruda para actuar como su secretario en la Gaceta de Chile.

Recibió importantes galardones y reconocimientos, como el premio nacional de cuento Saker-Ti (Guatemala, 1952), el premio de literatura Magda Donato (México, 1970), el Xavier Villaurrutia (México, 1975), la Orden del Águila Azteca (México, 1988), el premio literario del Instituto Ítalo-Latinoamericano (Roma, 1993), el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1997), el Príncipe de Asturias de las letras (España, 2000) y el Juan Rulfo (México, 2000).

Traducida a varios idiomas, la obra de Augusto Monterroso incluye títulos como El concierto y el eclipse (1947), Uno de cada tres y El centenario (1952), Obras completas y otros cuentos (1959), La oveja negra y demás fábulas (1969), Movimiento perpetuo (1969), Animales y hombres (1971), Antología personal (1975), Lo demás es silencio (1978), La palabra mágica (1983), Las ilusiones perdidas (1985), La letra e (1986), Esa fauna (1992), Los buscadores de oro, libro de memorias (1993), La vaca (1998).

Evocamos su relato de siete palabras “El dinosaurio” que se consideraba el micro-relato más breve de la literatura universal hasta la aparición de El emigrante, de Luis Felipe Lomelí. Luego leímos su relato “El eclipse”.

En su producción narrativa encontramos el análisis de la naturaleza humana desde una óptica irónica. La literatura de Augusto Monterroso se sitúa en la frontera del relato y de la fábula, escritos con un gran sentido del humor y de la crítica. 
 

Mister Taylor (Obras completas y otros cuentos, 1959) es un cuento que ironiza sobre la economía y el mercado en el capitalismo y en la relación entre Estados Unidos y América Latina. Mister taylor fue escrito en relación con el golpe de estado organizado por los estados Unidos y el derrocamiento del presidente de Guatemala Jacobo Arbenz y en contra del imperialismo norteamericano. 

 
Resumen : En 1944 en América del Sur, en la región del Amazonas, Míster Percy Taylor, un hombre que proviene de Estados Unidos, y el cual ahora convive con una tribu indígena, establece un negocio de venta de cabezas reducidas, el cual lo llevará a su muerte.

Augusto Monterroso usa este cuento para denunciar la influencia abusiva de Estados Unidos sobre América Latina y la situación de la venta de cabezas reducidas para entender lo que estaba ocurriendo en América Latina. El autor multiplica las alusiones : el contrato del canal de Panamá con “los 99 años de concesión de la explotación”, la United Fruit Company con la Compañía, Coca cola con “el refresco de fórmula mágica”, el goce de Estados Unidos por “las manifestaciones culturales hispanoamericanas” que está asociado a lo lucrativo.

Monterroso muestra el desgaste de las palabras como democracia, progreso, justicia...y critica la sociedad de consumo (sometimiento a las modas), la supuesta superioridad de la cultura americana. La necesidad de producir cabezas llega al límite absurdo de administrar las penas de muerte y las enfermedades para conseguir más cabezas.

La tribu que produce cabezas reducidas pierde su tradición desde el momento en que se integra al mercado de Estados Unidos. Un pueblo que comienza realizando las cabezas como un ritual, como parte de tradición y termina haciendo negocio con las mismas, siendo devorado por Estados Unidos y asesinándose entre ellos mismos.

El cuento es una denuncia muy fuerte relatando una situación horrible (comercialización de vidas) y la crítica es sarcástica.

Ligia evoco las relaciones de Venezuela con los Estados Unidos, la influencia americana en Europa con la guerra en Ucrania et encuentra el relato de Augusto Monterroso muy actual.
 
Cabezas reducidas llamadas Tzantza o tsantsa

Las cabezas reducidas llamadas Tsantsas eran realizadas por un pueblo amazónico, los shuar que vivían en el Perú y el Ecuador de hoy, una región que los españoles nunca pudieron doblegar cuando llegaron a América. La tribu también se conoce con el nombre de Jíbaros.

La práctica de la reducción de cabezas tenía originalmente un significado religioso, disminuyendo la cabeza de un enemigo se creía que se tomaba el espíritu de éste y se lo obligaba a servir al reductor, evitando que el alma regrese a vengar su muerte. Servía también como instrumento intimidante para enemigos y como trofeo de guerra para ser exhibido con orgullo por el vencedor. El poder espiritual de las cabezas reducidas se mantenía solo por un año y medio o dos.
 


 
Proceso de elaboración

Se trata de una forma de momificación. La cabeza se reducía un quinto de su tamaño. Con un cuchillo hacían un corte desde la nuca al cuello, se tiraba de la piel y se desprende del cráneo. Se desechaba el cerebro, ojos y demás partes blandas, además de todos los huesos. Se metía en agua hirviendo a la que se añadía jugo de liana y otras hojas, lo que evitaba que se caiga el pelo. Se mantenía durante unos quince minutos aproximadamente. Se sacaba del agua y se ponía a secar. Se raspaba la piel por dentro para quitar restos de carne y evitar el mal olor y la putrefacción y se frotaba por dentro y por fuera con aceites especiales. Después se cosía el corte de la nuca, los ojos y la boca, de manera que quedara como una bolsa, en la que se echaba una piedra del tamaño de un puño o el volumen equivalente en arena caliente. Se colgaba sobre el fuego para desecarla poco a poco con el humo a la vez que se le va dando forma al cuero con una piedra caliente. En este proceso la cabeza acaba de reducirse. Una vez seca la cabeza se vaciaba la arena y se teñía la piel de negro. Luego se introducía un cordón de algodón por un agujero practicado en la parte superior y se asegura en la abertura del cuello con un nudo o un palo atravesado.


El comercio de las cabezas

Las cabezas fueron descubiertas en el siglo XVI, sin embargo llegan a Europa 1860. A esa época las cabezas traídas de por los viajeros suscitan una grande fascinación. A partir de entonces hubo una fuerte demanda de cabezas reducidas y hubo un fuerte aumento en la tasa de homicidios en un esfuerzo por suministrar a los coleccionistas y turistas, las cabezas eran intercambiadas por armas de fuego. A principios del siglo XX los shuar casan y reducen cabezas para la exportación y así aumentan las guerras entre sí.

En la segunda mitad del siglo XX, con la escasez de cabezas entonces se crea un mercado de cabezas falsas a partir de monos o perezosos.

Se puso fin a esta práctica cuando los gobiernos de Perú y Ecuador trabajaron juntos para prohibir el tráfico de las cabezas. Fue prohibida en Perú en los años 50 y una década más tarde en Ecuador.

Ojo
Podéis ver el documental de Patricio Guzmán “Mi país imaginario” en el Méliés. Una pelí a propósito de los movimientos sociales del año 2019 que condujeron a una asamblea constituyente y elecciones.    





Tarea por el próximo curso :

Ejercicios E / F / G pagina 37 Relatos de Caribe.

Miguel de Mens, alumno modelo que ya ha hecho los ejercicios, tiene que investigar sobre Simón Díaz.

Los que quieran cantar :

Primera repetición martes 15 de noviembre a la una y media en la sala 105, al lado de nuestra sala de curso. 
 
Corinne et Bruno



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