12 cuentos fueron recibidos para el concurso. Aquí se encuentran algunos de los siguientes cuentos.
LAS COLILLAS ANONIMAS
- « Buenos días a todos y bienvenida a la reunión de las colillas anónimas. Hoy
estamos en el cenicero del lujoso Hotel Principal. Sabéis que estamos aquí para ayudarnos y que cada uno puede contar su historia, compartir su sufrimiento o su malestar sin ser juzgado. ¿ Quien quiere empezar ? »
Varios dedos se levantan.
- « He estado en la boca de una famosa star. Era muy delicada cuando fumaba el cigarrillo delante de la cámara desempeñaba un papel extraordinario y me sentía importante. Pero al fin de una secuencia me puso en el cenicero diciendo que no sabía como los fumadores hicieron para soportar una colilla en la boca y todo lo que me ha quedado es una marca roja y dolorosa de pintalabios. ¡ Que humillación ! »
- « Pintalabio, no es tan malo . He sido fumado por un gordo hombre que no dejaba de masticarme cuando hablaba. No aprovechaba el sabor del tabaco, de la quietud que trae una perfecta espiral de humo. Y me dejó llena de baba -¡ Tan asqueroso ! – antes de me aplastara en el cenicero. ¡ Que humillación ! »
- « ¿Y que diríais si conoceríais mi historia ? He sido fumado por seis jovenes que masticaban chicles y bebían cerveza. Cada uno en su torno, aspiraba un poco de lo que habían puesto en el cigarrillo – y no era tabaco, creed me- .Me dejaron en el suelo frente al hotel . Algunas minutas después, el botones me recogió con asco y me puso aquí. ¡ Quien tiene una vida tan miserable ! »
- « ¡Hum, hum ! Lo siento pero hay que acabar porque es la hora cuando la señora de limpieza viene para vaciar los ceniceros. Vuestras vidas no son fáciles pero nunca olvidad que se necesitan doce años para destruirnos y que desde este tiempo la famosa actriz habrá envejecida, los irrespetuosos jovenes se habrán vueltos mas responsables – lo esperamos- y los vanidosos hombres habrán encontrado varias dificultades que le dejarán mas humildes.
Estad orgullosos de lo que habíais vivido porque sois parte de la historia de la sociedad de los seres humanos.
Frédérique Favre
Coronación de una reina en La Habana
Soy una colilla olvidada sin cuidado en el Malecón. Pero no cualquier colilla ya que nací Montecristo, uno de los cigarros más famosos del mundo. Ahora me siento triste al ver todas las colillas abandonadas en las calles de Habana Vieja por los turistas extranjeros e incultos que nos tiran como simples latas vacías de Coca Cola o chicles masticados. Para recuperar nuestra reputación, convoqué a todos los míos, la flor y nata de los puros de Cuba. Primero los representantes de las cinco nobles familias de la dinastía « Alto »: Cohiba, Trinidad, Vegas Robaina, Cuaba y yo mismo Montecristo. Pues dos miembros ilustres de la familia « Medio » : Partagas y Hoyo de Monterrey. Aromas sutiles flotaban en el aire : vainilla, cuero, chocolate, miel, café tostado, cedro, canela e incluso patchulí.
Para evitar herir sus sentimientos, Cohiba, un compadre cosquilloso de muy alta cuna, fue elegido como presidente del cenáculo. Sin demora, abrió la reunión y propuso un concurso de ideas para restituir su plena dignidad a nuestra casta.
Yo propuse una manifestación en frente del Capitolio para alertar a los diputados sobre el riesgo de nuestra decandence irreversible. Trinidad sugirió ahumar las conferencias de la Liga anti tabaco, nuestra enemiga siempre rápido a cubrirnos de oprobia. Más radical, Cuaba prefirió provocar la huelga general en las manufacturas de cigarros. Cohiba quiso enviar a la UNESCO una solicitud de inscripción al patrimonio de la Humanidad. No abrió la boca Vegas Robaina porque dormía como siempre. Por último, Partagas hizo una propuesta original que fue aprobada por unanimidad menos la voz de Vegas Robaina que se quedo en los brazos de Morfeo. Partagas propuso elegir una reina para el próximo festival de La Habana. La reputación de esta manifestación serviría de caja de resonancia a la justa causa de las colillas y permitiría a la vez de dar gracias a una de las abuelas fumadoras de cigarros y de sensibilizar a los turistas sobre la calidad sin igual de los puros míticos de nuestro país. Una vez examinados los profiles, seleccionamos una abuela muy popular que marcaba todas les casillas .
Nació en la región de Vuelta Abajo, la meca del tabaco. Desde hace mucho tiempo era la mejor torcedora de la Fábrica El Laguito en la que rodaba las hojas de tabaco como nadie. Fumaba con tal habilidad que su pintalabios carmín quedaba intacto. Ganó tres veces el concurso de la ceniza más larga.
« ¿Como se llama esta afortunada ? » pido Hoyo de Monterrey. « Carmen » él respondió Trinidad. « ¡Pero es el nombre de la seductora cigarrera de Sevilla en la ópera de Bizet ! » se exclamó ingenuamente el nativo de San Juan y Martinez.
Y así es como Carmen la habanera, rodeada de la alta nobleza de las colillas cubanas, recibió un triunfo de diva durante el festival . Fidel ,un hombre barbudo gran conocedor de « Cohiba Esplendido », la invitó a bailar la salsa, pues la recompensó con dos besos fraternos. Al parecer era este bailarin un héroe de la Revolución.
Eufóricos y galvanizados por este éxito, los electores de la reina decidieron de elaborar un ambicioso proyecto de museo nacional de la colilla en Pilar de Rió, o sea, el ombligo del mundo del tabaco.
Jean Jacques Pellegrin
Consideraciones sobre las colillas
Los fumadores son personas generosas y suelan echar colillas allí donde van. En este aspecto son igual que los perros que dejan sus heces en todas partes y marcan su territorio con el olor de su orina.
En lugar de descansar en un cenicero las colillas están frecuentemente desechado en las calles, los espacios naturales, la arena de las playas, y finalmente acaban su viaje en el mar. En estos lugares empiezan una obra de corrupción. Por ejemple pueden iniciar un fuego que quemará un bosque, o tranquilamente tomar doce anos por descomponerse, contaminando en el proceso el medio ambiente con las 4000 sustancias tóxicas que contienen.
A pesar de que sea un objeto repulsivo y venenoso la colilla trae, como todo lo que los humanos dejan tras de ellos, información sobre la persona que la desechó. Ya que la colilla es lo que se deja cuando el fumador ha terminado de consumir su cigarrillo, marca el fin de un capítulo y el principio de un otro, además contiene partículas perteneciendo al fumador sí mismo. En este aspecto es material para averiguar la primera parte de una historia y desarrollar una secuela.
Por ejemple si en un bar de puerto vemos un cenicero lleno de colillas aplastadas y rodeado de copas vacías, podemos imaginar los marineros compartiendo unas ultimas cigarrillos y copas antes de enfrentarse con la sombra que puede les tragarse. Tenían una vida en las tierras y ahora se quedan en una barca alejándose en la madrugada.
Igualmente si encontramos una colilla todavía caliente y estampada con las trazas rojas de dos labios pulposas, fantaseamos a la chica maravillosa que la dejó allí hacía un momento. La presencia de una otra colilla nos aprende que una otra persona estaba con nuestra Cenicienta ahumada. No sabemos las razones de su encuentro y lo que se desarrolló después, pero podríamos investigarlo o imaginarlo.
Así, marcando el pasaje del tiempo y trayendo recuerdos de los humanos que las desecharon, las colillas pueden servir de material para crear cuentos. Dicho esto, no olvidamos los aspectos más sórdidos. Cada año en el mundo 4500 trillones de colillas están dejadas y constituyan la mayor parte de las basuras recogidas en las calles. Se evalúa que cuarenta per-cien del total acaba en el mar en donde se acumulan con las basuras plásticas para constituir un continente tóxico. Si las colillas traen los recuerdos de los fumadores, ahí se tiene un continente de recuerdos corrompiéndose.
Por suerte la vida es fuerte, y problemas crean oportunidades. Por ejemple ciertos aves que viven en las ciudades ponen colillas en sus nidos para protegerse de los parásitos. En Australia una Universidad investiga con éxito como utilizar colillas en la fabricación de ladrillos. El mayor problema estando de recolectarlos de manera económica.
Al final soluciones existen para solucionar la problema y necesitarán un cambio de actitud. Por empezar una posibilidad sería que igual que ciertas personas recogen las heces de sus perros, los fumadores recojan sus colillas, y las poderes publicas organicen la recolección. ¡Qué lástima por los cuentos!
Philippe Blaise Candela
Y aquí esta el poema de Patricia Jargot :
Primavera, última hora de la tarde
La terraza de un bar
Una mesa y tres sillas vacías.
Un cenicero lleno de colillas
¿Un amante ansioso por no ver venir su amor?
¿Amigos que no vieron pasar el tiempo bebiendo unas copas?
¿Un padre esperando, un poco nervioso, antes de ir a la casa de su hijo nuevamente padre?
Una mujer trabajando con su computadora a un contrato urgente? ¿O tal vez una escritora?
¿Y si fuera una persona muy triste y solitaria, que acababa de recibir malas noticias?
No no no.
¿Una persona que dudaba en tomar una decisión, una decisión que cambiaría su vida?
Sí, es eso, una persona que ha decidido fumarse su último paquete de cigarrillos.
Sí, soy yo,
Y mi corazón ahora está muy ligero.
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