Desde los hermanos Lumière, el tren, siempre a tenido un lugar preferente en el cine, embarcando miedos, deseos y destinos en sus vagones. El 25 de Enero de 1896, la proyección de la película de los hermanos Lumière:“ Llegada de un tren a la estación de la Ciotat “, demuestra el poder evocador del séptimo arte. El tren es a la vez simboló de libertad, poder, salvajismo o pasión, siempre en movimiento, yendo de un lugar a otro y haciendo vivir aventuras a sus protagonistas.
¿Y qué es un paisaje visto a través de la ventanilla
rectangular de un vagón? Un hermoso plan cinematográfico
.Les trenes del amor llevan con ellos una serie de
fantasias amorosas como en “La bestia
humana” donde el corazón del ferroviario oscila entre la hermosa Severine y su
locomotora
.Los trenes del infierno como el “ Transperceneige”, un tren que no puede
detenerse a riesgo de quedar detenido en el hielo.
Los trenes de la vida en los que se puede cambiar su
destino y llegar más fuerte al final del viaje como la heroína del “Compartimento 6”.
Y por fín no olvidemos el personaje del “Caballo de
hierro”, imprescindible en todo buen western, que lleva consigo el espíritu de
la conquista del Occidente.
Martine
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