sábado, 4 de febrero de 2023

Otro cuento: "El extraño sueño de una… escultura"

Soy la creatura de Martín Chirino que me llamó “el viento”, como otras estoy pasando los días en el museo de Gran Canaria. Por supuesto durante la apertura hay mucha animación, la gente comenta las obras y algo me ha llamado la atención, a veces oí los niños decir “parece un caracol”, cuando estaban pasando delante de mí.

¿Caracol porque no? Así que por la noche cuando el museo está cerrado, la luz apagada y que el aburrimiento se hace más pesado, he decidido ir a visitar y hablar con mis hermanos.

Por lo tanto, saqué la cabeza y los ojos de mi cáscara de hierro bajé tranquilamente de mi soporte y empecé la visita, al principio el silencio me pareció más profundo de lo habitual, sentí que muchas miradas estaban fijas en mí, luego hubo algunos susurros, siguieron los: ¿Quién eres? ¿Qué haces? ¿Dónde vas? Y poco a poco todas las esculturas se animaron y empezaron a hablar…

No pueden saber todo lo que una obra de arte puede ver y escuchar durante las visitas, lo que hizo que el tiempo pasó demasiado rápido y cuando las primeras luces del amanecer aparecieron, todas las obras regresaron a su lugar con la promesa de volver a vernos…

Yo antes de regresar sobre mi soporte, subí hasta la ventana para ver el amanecer sobre el mar y algo me llamó la atención, el dibujo que hacía el viento con el mar y las nubes, vi como una espiral… 

Santiago


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