miércoles, 1 de febrero de 2023

Otro cuento para evocar una obra de Martín Chirino

Agnès nos propuso su cuento para evocar una obra de Martín Chirino:

¿Quieres eran las "Harimaguadas" y que importancia tenían en la sociedad aborigen canaria? 

En el pasado, los aborígenes de Gran Canaria rendían culto a su Dios Acorán. En esas ceremonias, un grupo de mujeres era de vital importancia por su experiencia y conocimiento de lo divino, las Harimaguadas, las “sacerdotisas” aborígenes canarias que han sido fundamentales en la sociedad prehispánica de la isla. También indican los primeros historiadores que las harimaguadas se diferenciaban del resto de mujeres porque vestían largas túnicas de piel de color blanco muy largas que cubrían totalmente sus cuerpos. Las harimaguadas tenían dos asilos principales cercados de muros, de cuyo recinto no salían sino en días determinados para pedir comida y agua y bañarse en el mar, estando prohibido que ningún hombre las encontrase en dichas ocasiones. Se las veía peregrinar hacia los riscos sagrados situados en lo más alto de la cumbre de Gran Canaria con vasijas llenas de leche y de manteca para hacer rituales y ofrendas como por ejemplo pedir, que la lluvia volviera a mojar sus tierras …

Mi cuento:

Hace muchos años la vida transcurría muy pacíficamente en la Isla de Gran Canaria. Cada día los hombres salían a pescar y las mujeres iban a trabajar la tierra y cuidaban a los niños.

Aquel día un joven Martín no se despertó suficientemente temprano para ir a pescar con los hombres y decidió andar a la playa para ver donde estaban los barcos. Oyo de repente cantos melodiosos y risas y se dirigió discretamente hacia rocías un poco más abajo Entonces se ofreció a él un espectáculo paradisiaco: 7 muy guapas muchachas bailaban y cantaban desnudas en el agua turquesa golpeando el mar con largas ramas de palmeras…

Muy pronto Helena, una de ellas lo descubrió y sus miradas se cruzaron … A la sorpresa y al flechazo siguieron angustia y pánico porque ambos conocían la regla: «será castigado a muerte todo hombre que las contemplará.»

Para intentar salvarlo, Helena se desplomo sobre la arena y sus amigas que trataban de rescatarla no vieron a Martín huyendo.

Martín nunca conto a nadie esto evento sino nunca olvido esta experiencia divina y muchos años después escribió su historia en un libro transmitido secretamente de generación en generación y así llego a nuestro escultor del día Martin CHIRINO quien inmortalizo el reconocimiento de su antepasado lejano por aquella harimaguada que le salvo la vida, creando una obra blanca muy poética y conocida ahora en todo el mundo y que por supuesto vosotros también han reconocido... Lady Harimaguada.


Agnès

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